Conocí este postre cuando apenas era una niña, aún puedo recordar las buenas sensaciones que me traía. Así fue como me convertí en una amante del tiramisú y cada que quiero enamorar a alguien, lo preparo.
Este postre de procedencia Italiana es sin duda uno de los más populares y deliciosos que conozco, existen muchas maneras de prepararlo pero la combinación del licor de Amaretto y el queso Mascarpone es mi favorita, aquí les dejo ésta deliciosa receta con la que seguro encantarán los paladares de los que mas aman!
En un bowl debemos poner las 4 yemas con 40 gramos de azúcar glasé, batimos hasta que nos quede una crema blanquecina, luego añadimos el queso Mascarpone y continuamos batiendo hasta que quede una crema un poco espesa y homogénea. La reservamos en la nevera.
En otro bowl ponemos las claras, el restante del azúcar glasé y una pizca de sal; ésta ayuda a que las claras monten mejor, batimos hasta obtener punto de nieve.
Sacamos de la nevera la mezcla de las yemas y la incorporamos lentamente a las claras con movimientos envolventes para que no se pierda el aire y la mezcla nos quede esponjada, éste procedimiento se hace con ayuda de una espátula. Cuando hayamos mezclado todo, llevamos nuevamente a la nevera.
En un recipiente mezclamos el café con el Amaretto y mojamos los bizcochos de soletilla rápidamente por lado y lado para evitar que se dañen, pondremos la mitad, es decir, 12 unidades cubriendo el fondo de nuestro molde, ésta será la primera capa, la siguiente capa será de crema, la sacamos de la nevera, incorporamos la mitad y reservamos el resto en la nevera nuevamente.
Para la tercera capa espolvoreamos el chocolate negro en polvo y repetimos las tres capas anteriores en el mismo orden. Por último, espolvoreamos cacao por encima y dejaremos reposar en la nevera por doce horas, para que compacte, Pasado este tiempo desmoldamos y ya podemos disfrutar de este maravilloso postre.